Yo rechazo/Yo apruebo: Luis Mayol y Esperanza Cueto
"Yo estuve por el apruebo", señala dice el exintendente de la Araucanía y expresidente de la SNA. Por el otro lado, la directora de ComunidadMujer y presidenta de Fundación Colunga asegura que "necesitamos de este proceso constituyente para superar la crisis profunda que estamos viviendo".
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Luis Mayol: "Me Ofrecí para ser constituyente"
"Yo estuve por el apruebo. A pesar de que el Acuerdo por la paz y la nueva Constitución se gatilló en un momento muy complicado en el que se estaba incendiando Chile por los cuatro costados, lo aceptamos y creímos que la gente que había participado en el acuerdo iba a hacer un esfuerzo porque se pacificara el país y por seguir un proceso constitucional que creemos que todos los habíamos entendido cómo era", dice el exintendente de la Araucanía y expresidente de a SNA, Luis Mayol.
-¿Y qué pasó?
-Eso no ocurrió, incluso muchos justificaron la violencia o se hicieron los lesos. En paralelo, empezaron a surgir todo tipo de interpretaciones de cuál iba a ser el procedimiento, salió lo de la hoja en blanco, y esto de que solamente las cosas que se aprobaran por ⅔ iban a entrar en el texto final. Esto me generó una desconfianza tan grande que decidí no correr riesgos y no tirarme a una piscina que no sabemos si tiene agua.
-¿Pero crees que la Constitución actual necesita cambios?
-Todos estamos convencidos de que hay que hacerle cambios a la Constitución, pero mejor hagámoslo dentro del sistema que existe hoy día. Lo peligroso es estar dos años prácticamente sin definir el tema constitucional dada la situación en que se encuentra el país tanto por el estallido social como por la pandemia. Estamos con un PIB negativo hace varios meses y entrar además a esta discusión generará una incertidumbre total para los inversionistas nacionales y extranjeros. Para mí el tema se despeja por la vía de rechazar para modificar.
-¿Qué cambios haría?
-Yo creo que todos estamos prácticamente de acuerdo en cambiar el sistema presidencial que tenemos por uno semipresidencial. Nuestro sistema presidencialista está siendo burlado permanentemente en el Parlamento vía aprobar o tramitar proyectos que son claramente inconstitucionales. Además, creo que hay que dar una mayor regionalización y darle más poder, autonomía y recursos a los gobernadores. También tenemos que perfeccionar el Tribunal Constitucional, así como los derechos medioambientales que han evolucionado mucho desde el Presidente Lagos modificó esta Constitución en 2006. Por último hay que ver la propuesta de disminuir rl numero de parlamentarios y asegurar que tengan un mínimo de votación para ser electos. No podemos tener parlamentarios con un 1 o 0,5%.
-¿Cómo le cayó la tesis de Longueira de que dado que se va a aprobar igual es mejor enfocarse en los constituyentes?
-La tesis de Longueira pudo haber tenido un asidero, una mejor discusión y haberse implementado hace 4 o 5 meses atrás. Hoy es absolutamente extemporáneo, a un mes y medio del plebiscito creo que no corresponde que alguien salga con teorías distintas. Lo único que va a hacer es perjudicar y enredar más todo el proceso.
-¿Prefiere una convención mixta o constituyente?
-En primera instancia me inclino por la mixta porque el hecho de que el 50% sea distribuido entre los parlamentarios, de acuerdo a la participación que tenga cada bancada dentro del parlamento, es lo más lógico. La facultad de reformar la constitución la tiene el Parlamento y la convención constituyente es una excepción que a mí no me gusta y soy consecuente. Yo creo que lo de la convención constituyente se parece un poco a Venezuela.
-¿Estaría dispuesto a ser constituyente?
-Una nueva Constitución en caso de que gane el apruebo es de lo más importante que nos ha ocurrido y nos va a ocurrir durante mucho tiempo y si puedes ser un aporte, creo que no te puedes excluir. Si me piden en mi partido (RN) que colabore es demasiado importante como para poder sacarle el poto a la jeringa.
-¿Qué otros nombres le gustarían para constituyentes?
-En la novena región, donde yo me ofrecí voluntariamente para ser candidato, creo es muy valiosa la participación del exministro José Antonio Galilea. También otro nombre es el del exCanciller Teodoro Rivera. Carlos Llancaqueo que es de origen mapuche, abogado, profesor, sería un gran aporte. Me gustaría que estuvieran presente personas que no son de mi sector, como Jorge Burgos o Jorge Correa Sutil porque tienen amplios conocimientos, son ponderados, criteriosos y tienen un profundo sentido democrático. Con ellos en una discusión constitucional es fácil entenderse aunque tengamos diferencias.
-¿Qué le pareció el llamado que hizo un un grupo de empresarios y emprededores esta semana a “un nuevo equilibrio”?
-Ya que está en curso el plebiscito y se va a hacer de todas maneras obviamente hay que buscar la mayor coordinación, convivenci y diálogo para obtener las reformas que correspondan ya sea si gana el rechazo o el apruebo. Lo que proponen en esa carta es lo que todos queremos, el sueño del pibe. Pero no es fácil que se cumpla viendo la actitud que tiene hoy día la oposición y sobre todo algunos sectores más extremistas. Yo creo que hay un sector del país, sobre todo la izquierda más extrema comunista o los del frente amplio, que no les importa mucho lo de la constitución. Por lo tanto, la oportunidad de restablecer el equilibrio se podría lograr entre los sectores de centro, tanto de centro-izquierda como centro-derecha y con una izquierda más moderada y democrática.
Esperanza Cueto: "Convención constitucional y paritaria, con mayúscula"
“Apruebo porque Chile necesita una nueva Constitución. Y además necesitamos de este proceso constituyente para superar la crisis profunda que estamos viviendo. Es una gran oportunidad de reencontrarnos, de recuperar confianzas, de un nuevo trato y de mirar hacia adelante. Soy optimista con lo que viene”, asegura Esperanza Cueto, directora de ComunidadMujer y presidenta de Fundación Colunga, organización familiar, de los Cueto Plaza, que apoya iniciativas en el mundo de la educación y la superación de la pobreza.
-¿Siempre pensó así? ¿O hubo algo que la hizo cambiar de opinión?
Hace tiempo lo pienso. Participé en los cabildos que se organizaron en el proceso constituyente del Gobierno de Bachelet y vi con alegría el acuerdo del 15 de noviembre.
¿Es de las personas que aprueba para evitar más violencia?
Votaré apruebo porque creo en la democracia. Sin temor. La posibilidad de renegociar los términos de una Constitución es propia de la democracia. Tenemos que asegurar que la ciudadanía se sienta verdaderamente representada y que el proceso completo asegure espacios de participación. Lo que viene en ese sentido es convocante y esperanzador.
¿Convención Constitucional o Convención Mixta Constitucional?
Convención Constitucional y PARITARIA, con mayúscula, solo así lograremos profundizar y legitimar nuestro sistema democrático. Nos permitirá una mejor distribución del poder, y claramente es la forma de avanzar en una igualdad real, sustantiva y no solo formal. Una tarea que tenemos pendiente desde hace mucho.
-¿Quién sería buen constituyente?
Hay muchas personas valiosas, pero mis preferencias están por los independientes que han estado vinculados a las políticas públicas y con el mundo social. ¿Nombres en particular? Alejandra Sepúlveda de ComunidadMujer, la economista Andrea Repetto, pienso también en Benito Baranda y Rodrigo Jordán. Son algunos nombres en los que confío para esta tarea de redactar las reglas del juego por las que nos vamos a regir. Creo que los independientes son fundamentales para que este proceso sea realmente participativo, y lamentablemente la cancha está harto dispareja para ellos.
-¿Cree que el proceso está claro?
No tengo dudas. Es un proceso en general con reglas claras, con plebiscito de entrada y de salida, con elección de constituyentes y quórums de amplios consensos. Debemos empujar para que sea muy participativo y ojalá que los jóvenes se manifiesten masivamente a través del voto.
-¿Por qué esta Constitución genera tanto debate?
La actual Constitución no logra responder a los cambios que el país requiere con urgencia, y tampoco consigue darnos el marco de convivencia necesario para recuperar la confianza y la cohesión social. Tiene además un pecado de origen, por ello no me explico ese miedo al cambio. Tenemos más de 200 años de historia y un legado constitucional. ¡No vamos a partir de cero! Además, nuestra ciudadanía es sensata, no hay espacio para cambios radicales, pero sí para los que se requieren para terminar con la desigualdad brutal que tenemos. Y para hacernos cargo de las demandas ciudadanas, particularmente de aquellas que buscan disminuir las brechas sociales, económicas y culturales que arrastramos desde siempre, y que pareciera solo ahora vemos con claridad y lucidez.
¿Qué cambiaría de la Constitución actual?
Más que plantearse qué hay que cambiar, hay que pensar sobre qué valores debe fundarse. Y en ese sentido nos debemos una Constitución que tenga en la base el respeto a los Derechos Humanos, derechos económicos, sociales y culturales fundamentales, la sustentabilidad y la inclusión de los diversos sectores de la sociedad. Y en particular, una que garantice la protección de los derechos de las niñas y niños de nuestro país.
-¿Va a ir a votar? ¿O está evaluando dependiendo las medidas sanitarias?
-Sí. Voy a ir a votar.
Esperanza Cueto: "Convención constitucional y paritaria con mayúscula"
"Apruebo porque Chile necesita una nueva Constitución. Y además necesitamos de este proceso constituyente para superar la crisis profunda que estamos viviendo. Es una gran oportunidad de reencontrarnos, de recuperar confianzas, de un nuevo trato y de mirar hacia adelante. Soy optimista con lo que viene", asegura Esperanza Cueto, directora de ComunidadMujer y presidenta de Fundación Colunga, organización familiar, de los Cueto Plaza, que apoya iniciativas en el mundo de la educación y la superación de la pobreza.
-¿Siempre pensó así? ¿O hubo algo que la hizo cambiar de opinión?
Hace tiempo lo pienso. Participé en los cabildos que se organizaron en el proceso constituyente del Gobierno de Bachelet y vi con alegría el acuerdo del 15 de noviembre.
¿Es de las personas que aprueba para evitar más violencia?
Votaré apruebo porque creo en la democracia. Sin temor. La posibilidad de renegociar los términos de una Constitución es propia de la democracia. Tenemos que asegurar que la ciudadanía se sienta verdaderamente representada y que el proceso completo asegure espacios de participación. Lo que viene en ese sentido es convocante y esperanzador.
¿Convención Constitucional o Convención Mixta Constitucional?
Convención Constitucional y PARITARIA, con mayúscula, solo así lograremos profundizar y legitimar nuestro sistema democrático. Nos permitirá una mejor distribución del poder, y claramente es la forma de avanzar en una igualdad real, sustantiva y no solo formal. Una tarea que tenemos pendiente desde hace mucho.
-¿Quién sería buen constituyente?
Hay muchas personas valiosas, pero mis preferencias están por los independientes que han estado vinculados a las políticas públicas y con el mundo social. ¿Nombres en particular? Alejandra Sepúlveda de ComunidadMujer, la economista Andrea Repetto, pienso también en Benito Baranda y Rodrigo Jordán. Son algunos nombres en los que confío para esta tarea de redactar las reglas del juego por las que nos vamos a regir. Creo que los independientes son fundamentales para que este proceso sea realmente participativo, y lamentablemente la cancha está harto dispareja para ellos.
-¿Cree que el proceso está claro?
No tengo dudas. Es un proceso en general con reglas claras, con plebiscito de entrada y de salida, con elección de constituyentes y quórums de amplios consensos. Debemos empujar para que sea muy participativo y ojalá que los jóvenes se manifiesten masivamente a través del voto.
-¿Por qué esta Constitución genera tanto debate?
La actual Constitución no logra responder a los cambios que el país requiere con urgencia, y tampoco consigue darnos el marco de convivencia necesario para recuperar la confianza y la cohesión social. Tiene además un pecado de origen, por ello no me explico ese miedo al cambio. Tenemos más de 200 años de historia y un legado constitucional. ¡No vamos a partir de cero! Además, nuestra ciudadanía es sensata, no hay espacio para cambios radicales, pero sí para los que se requieren para terminar con la desigualdad brutal que tenemos. Y para hacernos cargo de las demandas ciudadanas, particularmente de aquellas que buscan disminuir las brechas sociales, económicas y culturales que arrastramos desde siempre, y que pareciera solo ahora vemos con claridad y lucidez.
¿Qué cambiaría de la Constitución actual?
Más que plantearse qué hay que cambiar, hay que pensar sobre qué valores debe fundarse. Y en ese sentido nos debemos una Constitución que tenga en la base el respeto a los Derechos Humanos, derechos económicos, sociales y culturales fundamentales, la sustentabilidad y la inclusión de los diversos sectores de la sociedad. Y en particular, una que garantice la protección de los derechos de las niñas y niños de nuestro país.
-¿Va a ir a votar? ¿O está evaluando dependiendo las medidas sanitarias?
-Sí. Voy a ir a votar.